¿Qué es la luz? A lo largo de la
historia de la Humanidad, ha habido diferentes teorías que intentaban responder
a esta pregunta, como la de Platón: la luz sale de los ojos, o la del éter, una
sustancia con una densidad extremadamente baja que permitía la propagación de
la luz.
Éter: la sustancia que se creía que impregnaba el espacio y que permitía la propagación de la luz y que, además, afectaba a la velocidad de traslación del planeta |
En el siglo XX se descartó la teoría del éter, pero los problemas sobre la naturaleza de la luz
seguían. ¿Era la luz una onda o era una
partícula? El físico Huygens decía que era una onda. Newton, que era una
partícula… Ahora te pregunto: ¿qué es la luz?
1. Si has respondido que es una
onda, tu respuesta es correcta… al 50%
2. Si has respondido que es una
partícula, tu respuesta también es correcta. Este es el otro 50%
La respuesta correcta es: ambas.
A este fenómeno se le llama dualidad onda-partícula u onda-corpúsculo. Suena
extraño, pero es así. Si diseñas un
experimento para medir las propiedades de onda de la luz, los obtendrás (como
los patrones de interferencia o el fenómeno de dispersión en un prisma). Sin
embargo, si diseñas un experimento para medir las propiedades de partículas,
partículas será lo que obtendrás.
En cualquier caso, resumamos qué
es la luz así: la luz es una radiación electromagnética.
La luz es una onda electromagnética: una onda en la que se propaga un campo magnético y un campo eléctrico |
Hay muchos otros tipos
de radiaciones electromagnéticas, como los energéticos rayos cósmicos o las
ondas de radio. Toda esta familia de radiaciones vive en el mismo hogar: se
encuentra reunida en el espectro electromagnético.
La luz es una pequeña fracción de
este espectro, y representa la radiación que podemos captar con nuestra visión.
Aquí están incluidos todos los colores. He aquí algo importante: la luz, la luz
blanca en concreto, es en realidad la suma de todos los colores. Esto se ve
fácilmente con un simple experimento que se suele hacer en el colegio: divide
una ruleta en los diferentes colores del arcoíris. Cuando la gires, verás que
da lugar a la luz blanca:
Hay otros experimentos que hacen
lo contrario: separar la luz blanca en los colores del arcoíris, como sucede en
un prisma. A este fenómeno se llama dispersión, y se produce porque, cuando la
luz entra en un material, debido a las diferentes longitudes de onda de los
colores, unos tienen una velocidad mayor que el de otros. El color rojo es el
que tiene mayor longitud de onda y, por lo tanto, el que atraviesa el prisma a
mayor velocidad. Como va tan rápido, apenas es curvado. Es decir, el color rojo
es el que menos se desvía. El violeta es el que va más lento dentro del vidrio.
Es, por lo tanto, el que más se desvía.
Prisma óptico |
¿Y cómo es posible el color de
los objetos? ¿Cómo puede ser de color rojo, azul o amarillo, la camiseta que
llevo? Un objeto es de un color determinado cuando absorbe todos los colores menos ese, al cual refleja.
Las moléculas de clorofila de las hojas absorben todos los colores (los picos de la gráfica) menos los verdes y amarillos, que son los que reflejan. Por eso las hojas se ven así |
Cuando tenemos, por ejemplo, una camiseta roja, lo que en realidad
ocurre es que ésta absorbe todos los colores menos el rojo. El rojo lo refleja,
y por eso lo vemos así.
El tomate, de color rojo, sólo refleja este color |
Una camiseta blanca, por ejemplo,
es aquella que en realidad refleja todos los colores, y una negra es aquella
que los absorbe todos. En realidad no existe un cuerpo 100% negro; es decir,
uno que absorba el 100% de la radiación que le llega. El material más negro que
conocemos se llama “vantablack” y absorbe el 99,965% de la radiación.
Material negro (izquierda) comparado con el Vantablack (derecha) |
La luz que nos viene del Sol en realidad es una luz blanca;
es decir, contiene todos los colores.
La luz del Sol es blanca |
Entonces, ¿cómo es posible que veamos el
cielo, por ejemplo, azul? La atmósfera de la Tierra está formada por un 78% N2
(nitrógeno), un 21% O2 (oxígeno) y un 1% de otros gases (dióxido de
carbono, argón, vapor de agua…).
Gráfica de la composición de la atmósfera |
Estas partículas son más pequeñas que la
longitud de onda de la luz. Por lo tanto, entra en juego la Dispersión Rayleigh.
Esta ley nos dice que la dispersión de la luz es inversamente proporcional a la
cuarta potencia de la longitud de onda; es decir, que cuanto mayor sea la
longitud de onda del color, menos se dispersa (y viceversa). El violeta y el
azul son los dos colores con la longitud de onda más corta y son, por lo tanto,
los que más se dispersan
La dispersión es mayor cuanto menor es la longitud de onda (a medida que la gráfica va hacia la izquierda) |
Matemáticamente:
$$I α \frac{1}{λ^4}$$
¿Qué significa esto exactamente?
Que los colores como el amarillo del Sol nos llegan prácticamente de forma
directa, no se pierden por la atmósfera. Sin embargo, el color azul y el
violenta, en su camino desde el Sol hasta nuestros ojos, van chocando
continuamente con todas las partículas de la atmósfera.
Mientras los demás colores atraviesan la atmósfera casi sin desviarse, en línea recta, el color azul se dispersa |
El color azul no nos
llega directamente, sino que ha recorrido la atmósfera en zigzag, por lo que se
ha expandido por todo el cielo. Por ello lo vemos de este color (el violeta se
dispersa más, pero nuestro ojo es mucho más sensible al azul que al violeta,
por lo que a éste último apenas lo percibimos).
A esto se debe que si nos fijamos
en el cielo cercano al Sol, es de un azul más clarito que en otra zona más
lejana (pues en las zonas cercanas se encuentran también los otros colores,
cuya suma es blanco). En el horizonte también se ve más claro, pero se debe a
la luz que refleja la tierra.
El color azul es más oscuro a medida que nos alejamos del Sol |
Si las partículas de la atmósfera
son bastante más grandes que la longitud de onda, la luz al llegar a ellas no
se dispersa, todos los colores se comportan de la misma manera. La luz es, por
lo tanto, blanca. Esto es lo que ocurre con las nubes, formadas por grandes
aglomeraciones de gotas de vapor de agua.
Es decir, el color blanco que nos llega al mirar a las nubes es en realidad el
color azul, el rojo, el verde, etc., que nos llegan simultáneamente.
Cuanta mayor sea esta
aglomeración de gotitas (mayor densidad), menos luz podrá atravesarla y, por lo
tanto, más oscura será la nube. Las nubes de tormentas, hasta los topes de
gotas de agua, se ven de color negruzco por esta razón. Sin embargo, vistas
desde arriba (desde la Estación Espacial Internacional, o desde un avión, por
ejemplo), siguen siendo blancas.
Tifón Neuguri, en su camino hacia Japón, visto desde la ISS |
Al atardecer, por el contrario,
la luz del Sol debe atravesar más atmósfera. Esto es un peligro añadido para el
color del cielo, puesto que ya no sólo hay que tener en cuenta las partículas
de nitrógeno y oxígeno, sino otras como polvo debido a contaminación, por
ejemplo, que son del mismo tamaño que la longitud de onda. En este caso, todos
los colores se dispersan, como ocurre en un prisma. Sin embargo, unos se
dispersan más que otros.
El color violeta y el azul son los que tienen la longitud de onda más corta y por ello se dispersan mucho. Se dispersan tanto, que estos colores se pierden. El color rojo y el amarillo son los que tienen mayor longitud de onda y son, por lo tanto, los que menos se dispersan. Por ello, vemos los atardeceres impregnados de estos colores. Y cuanta mayor contaminación haya, podremos disfrutar de atardeceres más bonitos.
El observador 2 está presenciando un atardecer |
Hay otro fenómeno interesante, el
de la Luna azul, que se da aproximadamente cada tres años. El siguiente: mañana
mismo, viernes 31 de julio, y no se volverá a ver hasta el 2018. Hace referencia a la segunda luna llena en un mismo mes.
Sin embargo, también puede tener un significado literal: una luna de color azul. Éste es un fenómeno raro, pues en la atmósfera ha de haber partículas del mismo tamaña concreto, y sucede, por ejemplo, cuando ha ocurrido una erupción volcánica o un importante incendio. En este caso, son los colores rojo y amarillo los que se dispersan y es el azul el que más directamente nos llega (lo contrario que ocurre con la Dispersión Rayleigh durante el día). Por ello, la Luna se ve de color azul.
Sin embargo, también puede tener un significado literal: una luna de color azul. Éste es un fenómeno raro, pues en la atmósfera ha de haber partículas del mismo tamaña concreto, y sucede, por ejemplo, cuando ha ocurrido una erupción volcánica o un importante incendio. En este caso, son los colores rojo y amarillo los que se dispersan y es el azul el que más directamente nos llega (lo contrario que ocurre con la Dispersión Rayleigh durante el día). Por ello, la Luna se ve de color azul.